Patricio Anabalón
"Un gran trovador y poeta"
Silvio Rodríguez - Presentación concierto República Dominicana, 2006.
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"Impresionante..."
Álvaro Henríquez - Comentario sobre la obra de Patricio Anabalón en Radio Cooperativa (09/09/2009)
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"Es uno de los artistas chilenos de mayor profundidad y mayor solidez..."
Fernando Ubiergo - Entrevista Radio Nuevo Mundo, nov. 2008.
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"Un gran trovador"
Alejandro Filio - Presentación concierto Teatro Oriente, 2001.
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La obra en que se ha empeñado Patricio Anabalón, musicalizar poemas de los poetas griegos, tiene un valor excepcional. Espero sinceramente que quienes escuchen estas canciones admiren la belleza que estos tienen y que entonces, como algo que se abre y nos sorprende, escuchemos sus palabras como ta vez la única sacralidad que, aunque muy pálidamente, en un mundo ya sin Apolo, sin Zeus, sin Hera, sin Afrodita, nos está todavía permitida: la sacralidad del poema.
Raúl Zurita (Poeta chileno. Premio Nacional de Literatura 2001)
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Como para darle asilo a la poesía en un universo donde cada palabra parece acariciada por una eterna nostalgia, Patricio Anabalón, cantautor chileno, se congracia con la dinámica de la contemplación para lanzar al mercado un disco que, a menos de tres semanas de ser presentado, entró a las mesas de conversación de todos los amantes de la música en español que aprecian las buenas narrativas sonoras.
Diálogo Ejecutivo - México (Comentario disco "Hojas de Invierno" - Ediciones Pentagrama Mx.)
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Es posible ser taciturno, hasta invernal, como bien sugiere el título de este disco, pero igual desbordante. Así se oye aquí el trovador chileno Patricio Anabalón: con oficios paralelos de poeta y de músico prensados en dos libros y dos discos anteriores, en "Hojas de invierno" desborda entre diversos mundos. Partir a dúo con Vicente Feliú es casi un manifiesto de vieja escuela en su cercanía con la Nueva Trova cubana, y gran parte de esta música tiene esos rasgos: guitarras exigentes y muchas metáforas, todas ellas intimistas. También abre otras ventanas: varios arreglos de cuerdas con el Trío Giuliani, una amable cita entre versos de la poeta argentina Alejandra Pizarnik y la cantante chilena Magdalena Matthey en "Una grieta", y lo mejor del disco: "Ciudad del alma", una bossa nova refrescantemente arreglada por el bajista Christian Gálvez.
Emol.com - Reseñas de discos (Comentario disco "Hojas de Invierno")
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Lo que me despierta la música de Patricio Anabalón es nostalgia. Son esos ecos de guitarra de otros tiempos, lejanos, cuando las canciones en nuestros labios reemplazaban a la oratoria, arma temida por quienes acallaban la palabra con el terror de las armas. La música nos permitía entonces ingresar en un espacio de libertad, a una comunidad de voces que formaban un territorio compartido alejado de ese que pisábamos en blanco y negro. Su guitarra me lleva a esos "músicos de bares de humo" que escuchábamos devotamente en noches de lágrima y risa, de muerte y de vida. La nostalgia de su música me trae lo mejor de esos años, como un tamiz mágico que me deja con la sonrisa pintada.Lo que me despierta la poesía de Patricio Anabalón es entusiasmo. Un impulso a asomarme a su ventana, a "esa ventana" donde “la vida siempre se derrama", como él mismo lo expresa. Y me llama profundamente la atención cómo esta modernidad eclipsada por los zigzagueantes pulsos de las bolsas de valores permita que en medio del ruido surja una voz clara y calma como la suya.Valoro su coraje porque en tiempos complicados sino imposibles para los soñadores, se atreve a nombrar la palabra golondrina junto a la de Atenas... quizás sea la misma que se quedó enredada en los versos de "Puertos nunca vistos", un trabajo junto al destacado académico Miguel Castillo Didier en el que musicaliza la poesía de Kavafis. Y es que Patricio, como generoso poeta, no sólo canta a los griegos, también le ha dado nueva vida a la lírica de muchos poetas tutelares.Hoy, es su voz la que viene a invitarnos a visitar a una vieja sirena negra y sus abandonos, lo mismo que al invierno y su orfandad, preguntándonos también por el lugar donde nace el viento o si acaso tiene alma la desolación. Son canciones de paisajes interiores que invitan a ser recorridos con paso calmo y oído atento.¡Benditos los versos que pueden ser entonados! Es como si fueran doblemente recitados.
Vivian Lavín, periodista. (Presentación del CD "El bestiario del amor")
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Gratísima sorpresa. Alta poesía, canciones íntimas y delicadas sobre la realidad y las cosas. Son algunos de los antecedentes del cantautor chileno Patricio Anabalón que presenta este sorprendente disco donde despliega su arte poético-musical (antes lo hizo en el disco "Verbos de sal", 2001) asociado al trabajo de la mejor sepa de la Nueva Trova Cubana, escúchese el primer Silvio Rodríguez o Vicente Feliú, pero también a Augusto Blanca, Lázaro García, el trovador Eduardo Peralta o el penquista Daniel Campos. Pero Anabalón tiene luces propias: sus textos están llenos de una lírica culta, intimista, existencial, con trazos surrealistas, románticos y simbolistas que invitan a una audición (o lectura) callada al margen de la bulla social y de la apabullante contingencia.La guitarra es la principal protagonista, acompañado del fino trabajo del Trío Giuliani, del contrabajista Cristián Gálvez y hasta del propio Vicente Feliú. Cualquiera que crea que este tipo de canción está pasada de moda o que ya no tiene cabida en la música popular con Anabalón está equivocado. La belleza de este disco, casi todo en tono menor, en forma balada y con una atmósfera melancólica, es cautivante y sus mejores argumentos están en "Hojas de invierno", "Ala incauta", (notable), el bossa-nova "Ciudad del alma", "Los vitrales de tu piel" (otro de los puntos altos), el bolero "Espera" y "Una grieta", (con un breve y precioso texto de la poetisa argentina Alejandra Pizarnik titulado "Nombrarte" del libro "Los trabajos y las noches"), la complicidad de Magdalena Matthey y el trío Giuliani que hacen de esta canción el punto más significativo de este disco que esta semana recién acaba de ver la luz.
Rodrigo Pincheira (Periodista, Diario El Sur de Concepcion. Comentario disco "Hojas de Invierno").
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"ITACA": UNA JOYA
Un trabajo de excepción es este que entrega Patricio Anabalón. Bajo etiqueta Alerce, el cantautor reeditó esta musicalización de poemas griegos traducidos al español (labor realizada por Miguel Castillo Didier).
La belleza de las letras de autores como Kavakis, Kanzantzakis, Ritzos, Elytis, tan desconocidas para nosotros, llegan por este medio directo al corazón. Porque al valor de los textos, hay que sumarle la belleza de la voz de Anabalón, un cantor chileno joven e incansable, quien además compuso la música con una delicadeza que provoca una enamoramiento con su propuesta.
Este disco, donde se menciona a Apolo, a Poseidón, a las musas, a las cigarras y se dicen muchas líneas sabias y hermosas, mezcla recitación en griego, en español y acompañamientos, como un hermoso coro de niños.
No se vaya a creer que es un trabajo recargado. Aquí la simpleza sobresale con todo su esplendor.
Amparo Lavin A. (Periodista, LA SEGUNDA. Comentario disco "Itaca") .
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Hojas de invierno es un trabajo limpio, aplicado y simple. E imprime ese dejo de tristeza que provoca la trova, a través de la voz cristalina de Anabalón y de notables colaboraciones de Magdalena Matthey y Christian Gálvez.
Revista QUÉ PASA (25 abril, 2003)
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Un atentado poético musical
La poesía es un atentado celeste, se afirmó ayer en la sala Manuel Galich de la Casa en un concierto poético musical en el que los trovadores Augusto Blanca, de Cuba; Patricio Anabalón, de Chile y el poeta cubano Waldo Leyva fueron los anfitriones. Una reunión de amigos, en que el verso y la música fue el motivo y el fin.
Augusto recordó cómo se conocieron Patricio y él en Santiago de Chile en 1997 y de qué manera esa relación ha ido creciendo de manera profesional y amistosa.
Anabalón, quien ha desarrollado una prolífica labor en la musicalización de poesía, interpretó el poema “Niño”, de Vicente Huidobro, musicalizado por él, y unas quince canciones más de su repertorio. Mientras que Augusto estrenó la última de sus canciones “poblinas” (describen la vida en su pueblo natal de Banes, Holguín, que puede coincidir con la de cualquier pueblo cubano) 25 años después de haber escrito la primera de ellas.
Al escenario de la sala Galich también subieron los poetas cubanos José Luis Moreno del Toro, la actriz y cantante Corina Mestre y el trovador Vicente Feliú, quien interpretó junto a Anabalón “Ala incauta”, un tema que -según el propio Patricio- recuerda a los juglares.
El cantautor chileno agradeció a Feliú su labor como creador y director del Canto de Todos, centro de la canción iberoamericana, gracias a la cual –afirmó Patricio- podemos decir que existe un movimiento de trovadores en Argentina, Chile, Perú y Bolivia.
Moreno del Toro dio lectura a cuatro de sus textos, uno de los cuales: “Poema levemente porno”, fue musicalizado e interpretado en el concierto por Anabalón. La poesía de Waldo Leyva también se dejó escuchar y como anillo al dedo estos versos suyos: “Aquí está la guitarra (...) su día de terca realidad y su quimera”.
En La poesía es un atentado celeste se interpretaron decenas de poemas y canciones durante dos horas en que se rindió culto a la amistad, la poesía y la música.
Boletín Casa de las Américas, La Habana, Cuba. 12 de Marzo del 2003
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27 siglos de poesía griega hecha música. Es lo que contiene el disco “Itaca”, que Patricio Anabalón, su autor, presentó íntegro el jueves 7 de agosto en la Sala SCD Bellavista. De su obra, que contiene obras de Safo, Seferis, Kavafis, y Kazantzakis, muchos de los cuales nunca habían sido musicalizados al castellano, conversamos con el trovador.
“Este disco es un viaje por más de 27 siglos de poesía griega, partiendo por Safo, del siglo VII A.C., Anacreonte, poeta del siglo IV A.C., pasando por Kavafis, y dos premio Nobel: Seferis y Elytis, hasta Kazantzakis, autor de Zorba el griego y La última tentación de Cristo”, define Patricio Anabalón su producción “Itaca”, quien aclara además que se trata del primer trabajo en lengua castellana de musicalización de poesía griega.
Uno que en esta versión cuenta con el sello Alerce. Porque “Itaca” ya en abril había sido editada por la Universidad de Chile, resultando 500 copias que se agotaron ese mismo mes. Ahora, eso sí, éste fue remasterizado y remezclado, amén de que se agregaron nuevos textos y musicalizaciones.
El autor –que en octubre inicia una gira por Europa donde presentará sus cinco producciones– ya tiene cierto currículo en estas lides. Ha musicalizado a más de cien vates, 70 nacionales y extranjeros los restantes, entre ellos, surrealistas franceses.
Para “Itaca”, explica, contó con la importantísima participación de Miguel Castillo Didier, director del Centro de Estudios Griegos y Bizantinos, quien es considerado uno de los mejores traductores de la poesía griega al español y quien, además, como cuenta Anabalón, “es el único autorizado en vida por Nikos Kazantzakis, para traducir sus obras”.
”Los poetas griegos traspasan el tiempo”
El trovador, que cuenta con tres libros de poesía editado y ha ganado entre otros el Primer Premio Enrique Gómez Correa en 1997, además de haber sido incluido en antologías poéticas de Chile y Brasil, además de “La Guía de la poesía erótica”, de Lom Ediciones, explica lo que siente frente a la obra de los griegos. “Son poemas que, a pesar de haber sido escritos hace 27 siglos, los escuchas y vuelven a emocionarte, vuelven a erizarse los pelos, vuelves a sentir, a llorar, a evocar. Y ahí se reconoce el verdadero arte, el arte que trasciende. Es un arte atemporal, y los poetas griegos universales, traspasan cualquier tipo de fronteras y la más importante, el tiempo”.
De ahí el valor que le asigna a su antología para el público: “que al escuchar un disco de 40 minutos uno pueda tener un panorama general y global de la poesía griega, conocer a los autores.. Es una puerta para que la gente entre al mundo de la cultura helénica”.
Anabalón, además, no deja de lado el peso del contexto histórico que rodea a cada autor en sus obras. “La obra de Safo, Meleandro o Anacreonte está plenamente relacionada con la mitología griega, se hace alusión a Apolo o a Zeus. Con el paso del tiempo, la poesía comienza a despojarse de esta deidad y se empieza a hacer más terrenal, más ligada a la problemática humana propiamente tal. Es poesía sumamente trascendental, por la desnudez, está el ser humano desamparado, recordando y sufriendo”.
Pero también se han incluido composiciones contemporáneas, entre los cuales el trovador destaca “los motivos poéticos de los autores de la mezzoguerra. De esta microcrisis asiática del año ’22 –que el mundo no le prestó atención porque era un período entre guerras– y que supuso la invasión turca a la Esmirna griega, lo que además de suponer el aniquilamiento de muchos ciudadanos griegos, significó el exilio de muchos poetas”. La invasión turca, de hecho, es abordada en el poema “Negación” de Seferis, premio Nobel 1960, la que a su vez es parte de “Itaca”, musicalizada.
La palabra poética trasvasijada
El porta Manuel Silva Acevedo define esta tarea como de “trasvasije, de la lengua griega a la lengua castellana, y desde ahí, por el arte de la música, al idioma órfico del canto (...) Los hermosos versos de un Seferis, un Elytis, o un Kavafis emergen con un nuevo porte y la palabra poética queda vibrando en el aire enamorado”.
Respecto de cómo es que se musicaliza un poema, explica Anabalón que se trata de buscar en él su ritmo propio. “Primero hay que involucrarse en la poesía, estudiar el contexto histórico en el cual fue escrita, y rescatar la esencia. Todo poema tiene una métrica, una musicalidad presente, el poema es un objeto musical también, porque tiene una estructura musical. Entonces hay que rescatar eso, incorporarle música y después llevarlo al formato canción”, revela.
El disco “Itaca” todos los poemas son cantados, pero además hay recitaciones, del actor Luis Vera y de Miguel Castillo Por ejemplo, el propio Miguel Castillo Didier interpreta en el piano la Sonata “Claro de Luna”, de Beethoven, seguida del poema homónimo, de Iannis Ritsos, recitado.
Romina de la Sotta (07.08.2003), Radio Beethoven